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arte de la edad media

El arte de la Edad Moderna no confundir con arte moderno, que se suele emplear como sinónimo de arte contemporáneonota 8 se desarrolló entre los siglos XV y XVIII. La Edad Moderna supuso cambios radicales a nivel político, económico, social y cultural: la consolidación de los estados centralizados supuso la instauración del absolutismo; los nuevos descubrimientos geográficos especialmente el continente americano— abrieron una época de expansión territorial y comercial, suponiendo el inicio del colonialismo; la invención de la imprenta conllevó una mayor difusión de la cultura, que se abrió a todo tipo de público; la religión perdió la preponderancia que tenía en la época medieval, a lo que coadyuvó el surgimiento del protestantismo; a la vez, el humanismo surgió como nueva tendencia cultural, dejando paso a una concepción más científica del hombre y del universo.

El origen de la historia del arte como tal data del siglo XVI, considerándose las Vidas de Giorgio Vasari el texto inaugural del estudio del arte con carácter historiográfico. El método que siguió el erudito florentino era la biografía del artista. Esta metodología fue la que se impuso hasta el siglo XVIII, cuando el historiador alemán Johann Joachim Winckelmanninició un nuevo tipo de análisis del arte buscando en el desarrollo de las civilizaciones una evolución estilística.n

renacimiento

Surgido en Italia en el siglo XV, la pintura sufrió una notable evolución desde las formas medievales, con formas naturalistas y temáticas profanas o mitológicas junto a las religiosas. Los estudios de perspectiva permitieron hacer obras de gran efecto realista, basadas en proporciones matemáticas, con especial utilización de la «sección áurea» tras el estudio publicado por Luca Pacioli (De Divina Proportione, 1509). Se utilizó el fresco y el temple, mientras que se introdujo el óleo a mediados del siglo XV por influencia flamenca. Uno de sus principales exponentes fue Leonardo Da Vinci, genio polifacético que introdujo el sfumato o «perspectiva aérea», con obras como La Virgen de las Rocas (1483), La Última Cena (1495-1497), La Gioconda (1503), etc. Otro nombre de relevancia fue Rafael, maestro del clasicismo sereno y equilibrado, con una perfecta ejecución pictórica, como se demuestra en sus frescos de las Estancias del Vaticano. Otros artistas destacados fueron: MasaccioFra AngelicoPaolo UcelloAndrea del CastagnoPeruginoPiero della FrancescaBenozzo GozzoliDomenico GhirlandaioBotticelliAndrea del VerrocchioLuca SignorelliAndrea MantegnaGiovanni BelliniAntonello da Messina, etc. En el resto de Europa: Matthias GrünewaldAlberto DureroHans Holbein el Joven y Lucas Cranach el Viejo en Alemania; Quentin Metsys y Pieter Brueghel en Holanda; y Pedro BerrugueteAlejo FernándezVicente MasipJuan de JuanesPedro Machuca y Luis de Morales en España.

manierismo 

Surgido igualmente en Italia a mediados del siglo XVI como evolución de las formas renacentistas.La pintura manierista tuvo un sello más caprichoso, extravagante, con gusto por la forma sinuosa y estilizada, deformando la realidad, con perspectivas distorsionadas y atmósferas efectistas. Destacó en primer lugar —como en las otras artes— Miguel Ángel (autor de la decoración de la Capilla Sixtina), seguido de BronzinoAndrea del SartoPontormoCorreggioParmigianinoGiorgioneTizianoVeroneseTintorettoJacopo BassanoGiuseppe Arcimboldo, etc. Cabe mencionar a Maarten van Heemskerck y Abraham Bloemaert en los Países Bajos, y Bartholomeus Spranger en Alemania. En España destacaron Juan Fernández de NavarreteAlonso Sánchez CoelloJuan Pantoja de la Cruz y, especialmente, El Greco, artista excepcional creador de un estilo personal y único, de fuerte sentido expresionista.

barroco 

El barroconota 11 se desarrolló entre el siglo XVII y principios del XVIII. Fue una época de grandes disputas en el terreno político y religioso, surgiendo una división entre los países católicos contrarreformistas, donde se afianzó el estado absolutista, y los países protestantes, de signo más parlamentario. El arte se volvió más refinado y ornamentado, con pervivencia de un cierto racionalismo clasicista pero con formas más dinámicas y efectistas, con gusto por lo sorprendente y anecdótico, por las ilusiones ópticas y los golpes de efecto.

La pintura se desarrolló en dos tendencias contrapuestas: el naturalismo, basado en la estricta realidad natural, con gusto por el claroscuro —el llamado tenebrismo—, donde cabe citar a CaravaggioOrazio y Artemisia GentileschiPieter van LaerAdam ElsheimerGeorges de La Tour y los hermanos Le Nain; y el clasicismo, que es igualmente realista pero con un concepto de la realidad más intelectual e idealizado, englobando a Annibale CarracciGuido ReniDomenichinoGuercinoGiovanni LanfrancoNicolas PoussinClaude LorrainHyacinthe Rigaud, etc. En el llamado «pleno barroco» (segunda mitad del siglo XVII), de estilo decorativo y predominio de la pintura mural, destacaron Pietro da CortonaAndrea PozzoLuca Giordano y Charles Le Brun. Aparte de estas corrientes, hubo infinidad de escuelas, estilos y autores de muy diverso signo, destacando dos escuelas regionales: la flamenca (Peter Paul RubensAnton Van DyckJacob JordaensFrans Snyders), y la holandesa (RembrandtJan VermeerFrans Hals). En Españadestacó la figura excepcional de Diego Velázquez (La fragua de Vulcano, 1630; La rendición de Breda, 1635; Venus del espejo, 1650; Las Meninas, 1656; Las hilanderas, 1657), así como José de RiberaFrancisco RibaltaAlonso CanoFrancisco de ZurbaránJuan de Valdés Leal y Bartolomé Esteban Murillo.

En el terreno de las artes industriales, destaca especialmente la ebanistería, que llegó a cotas de altísima calidad sobre todo en Francia, gracias a la obra de André-Charles Boulle, creador de una nueva técnica de aplicación de metales (cobreestaño) sobre materiales orgánicos (careymadreperlamarfil) o viceversa. Entre sus obras destacan las dos cómodas del Trianón, en Versalles, y el reloj de péndulo con el Carro de Apolo en Fontainebleau. También destacaron la tapicería, la orfebrería —especialmente las «piedras duras» en Florencia—, la cerámica y el vidrio —que cobró relevancia en Bohemia

recoco

Desarrollado en el siglo XVIIInota 12 —en convivencia a principios de siglo con el barroco, y a finales con el neoclasicismo—, supuso la pervivencia de las principales manifestaciones artísticas del barroco, con un sentido más enfatizado de la decoración y el gusto ornamental, que son llevados a un paroxismo de riqueza, sofisticación y elegancia. El progresivo auge social de la burguesía y los adelantos científicos, así como el ambiente cultural de la Ilustración, conllevaron el abandono de los temas religiosos a favor de nuevas temáticas y actitudes más mundanas, destacando el lujo y la ostentación como nuevos factores de prestigio social.

Las artes decorativas tuvieron especial relevancia, ya que, como se ha señalado, el rococó fue un arte de aire burgués dedicado a la ostentación y el lujo. Se desarrolló notablemente el interiorismo, con especial énfasis en el mobiliario, los espejos, las sedas, los tapices y los objetos de porcelana. Esta última tuvo una gran difusión, sobre todo la de Sajonia y la de Sèvres, con delicados motivos ornamentales, preferentemente de estilo oriental. En porcelana se fabricaron también pequeñas tallas escultóricas con motivos galantes, pastorales o de la Commedia dell'arte. En mobiliario se desarrolló el «estilo Chippendale» (por Thomas Chippendale), caracterizado por el eclecticismo, con mezcla de elementos góticos, rococó, palladianos y chinescos. En España adquirieron notoriedad los tapices de la Real Fábrica de Santa Bárbara, algunos de ellos diseñados por Goya. En esta época apareció la litografía, nueva modalidad de grabado sobre piedra caliza, inventada por Aloys Senefelder en 1778.

neoclasicismo 

El auge de la burguesía tras la Revolución francesa favoreció el resurgimiento de las formas clásicas, más puras y austeras, en contraposición a los excesos ornamentales del barroco y rococó, identificados con la aristocracia. A este ambiente de valoración del legado clásico grecorromano influyó el hallazgo arqueológico de Pompeya y Herculano, junto a la difusión de un ideario de perfección de las formas clásicas efectuado por Johann Joachim Winckelmann, quien postuló que en la antigua Grecia se dio la belleza perfecta, generando un mito sobre la perfección de la belleza clásica que aún condiciona la percepción del arte hoy día.

Las artes decorativas se desarrollaron en diversos estilos, algunos de los cuales perduraron a lo largo del siglo XIX: el estilo Directorio surgió en Francia en la época del Directorio (1795-1805), caracterizado por las líneas sencillas, clásicas, sobrias, sin adornos excesivos; el estilo Imperio se desarrolló en la Francia napoleónica y de la Restauración, de donde pasó al resto de Europa, sustituyendo la sobriedad por la ostentación y el lujo, con un estilo suntuoso, con preferencia de temas exóticos y orientales; en contraposición, el estilo Biedermeier alemán presentó un diseño más práctico y cómodo, de líneas sencillas y hogareñas. Estos estilos influyeron en el isabelino español y el victoriano inglés, de aire burgués, dedicados al lujo y la ostentación, aunque sin renunciar al confort y la funcionalidad.

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